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NADA

NADA: Descubriendo la Vida Entre Sabores y Silencios

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Tarde en escribir reseñas ya que experimenté un grave accidente que afectó mi vida recientemente, resultando en una lesión en la cabeza que requirió reposo en casa. Durante este tiempo, mi participación en redes sociales fue limitada, y no hablaba con nadie mas que con los que estaban enterados por los fuertes dolores de cabeza. Este incidente también provocó reflexiones profundas sobre mi vida y mis relaciones con amigos y familiares.

Sin embargo, durante el fin de semana, finalmente terminé de ver una serie que estaba esperando con ansias: «NADA».

«NADA» es una miniserie argentina de cinco capítulos de 30 minutos que narra la vida de Manuel (Luis Brandoni), un importante crítico gastronómico en decadencia que, a sus 80 años, vive sólo y depende totalmente de su empleada doméstica. Ella se encarga de él en todo, conoce todas sus manías y gustos, y tienen un vínculo muy fuerte al vivir juntos casi toda la vida.

Pero Manuel atraviesa un acontecimiento que cambia su vida de un día para otro. Se encuentra en el desafío de valerse por sí mismo, aprender de nuevo y adaptarse a una Argentina que en ese momento le parece un mundo diferente. Es entonces cuando conoce a Antonia, una migrante paraguaya de 20 años.

Aquí es donde la serie te atrapa con una historia que enseña el valor de que no importa la edad que tengas, la vida te enfrentará a un reto. El personaje de Manuel me conmovió y me identifiqué con él emocionalmente. Con mi accidente y estando en casa estos días, he comprendido que, más allá de lo vulnerables que somos, estoy a punto de cumplir 35 años y estoy cerrándome a aprender, conocer nuevas cosas y personas, además de relacionarme de una forma diferente.

A pesar de la sensibilidad por mi accidente y los dolores de cabeza, estoy segura de que algo que hizo que esta serie logrará identificarme y mover mis emociones es la forma inteligente en que está narrada. La serie relata cómo este crítico gastronómico se ha desconectado del mundo, encontrando una extraña seguridad en una vida rígida llena de reglas. A través de un suceso, descubre una amistad hermosa con Antonia, donde, a pesar de ser completamente diferentes, encuentran algo en común que los une en una conexión conmovedora.

Además, plantea una reflexión sobre la amistad, entendiendo que el amor de un amigo va más allá de nacionalidades o idiomas. Siempre tendrá un lenguaje que es la verdad, aceptando el amor de nuestros amigos tal como nos lo dan y no como queremos imponer a nuestras condiciones. Vemos esto en Manuel cuando se relaciona con su mejor amigo de toda la vida, Vincent Parisi (Robert De Niro).

Quiero resaltar que «NADA» habla de una Argentina actual: su economía, inflación y cómo afecta a todos los argentinos, sin importar dónde vivan. Aborda el aislamiento como un estilo de vida, los desafíos del envejecimiento en soledad, los miedos típicos de esta etapa de la vida y la dependencia de una forma de existencia. También muestra cómo el orgullo puede convertirse en una barrera que nos impide buscar ayuda externa, ofreciendo una lección de que no es tarde para aprender de nuevo y encontrar inspiración en rincones que a veces nos negamos a conocer debido a nuestros prejuicios internos.

«NADA» es una miniserie argentina protagonizada por Luis Brandoni y Robert De Niro. Fue creada y dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat. Se estrenó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en septiembre de este año y ahora está disponible en Star+. Además de contar con un elenco de los mejores actores argentinos actualmente, esta serie es una historia maravillosa que invita a reflexionar sobre la vida que anhelamos y lo que estamos dispuestos a hacer para construirla.

Asi que abre una buena botella de vino y disfruta de esta serie que te conmoverá. No esperes un golpe en la cabeza para reflexionar sobre la vida.

Por: Nadia Martínez
Instagram: @nadiaacat
Twitter: @nadiaacatmtz

 

The Bear «Cada segundo cuenta»

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En la búsqueda constante de un propósito de vida, algunas personas pueden pasar décadas sin encontrarlo, mientras que otros lo descubren con el tiempo y lo desarrollan con éxito. Sin embargo, existen aquellos afortunados que, desde una edad temprana, saben cómo darle forma a un propósito en sus vidas, lo que mejora tanto su propio bienestar como el de quienes los rodean.

En esta segunda temporada de «The Bear», la serie de Christopher Storer, se adentra profundamente en el tema del propósito, respaldado por varios pilares fundamentales: la salud mental y la gestión de la ansiedad, el estrés y el miedo al fracaso. La serie continúa explorando el caos, un elemento constante en la primera temporada, pero ahora lo hace de manera más pausada y subliminal. Esto se debe al hecho de que se está construyendo un nuevo restaurante. Los personajes que antes estaban inmersos en ese caos ahora están en busca de su propósito, enfrentando un cambio radical en sus vidas: aprender nuevamente las técnicas culinarias de una manera más perfecta y profesional, tratando a las personas de manera diferente y descubriendo por qué es importante hacer bien las cosas.

Este proceso de autodescubrimiento y sanación se desarrolla a lo largo de la segunda temporada, no solo en Carmy sino también en dos personajes que siguen caminos similares, pero cada uno con su propia gestión, en este caso Sidney y Richie.

En el caso de Carmy (interpretado por Jeremy Allen White), vemos a una persona enfrentando sus heridas emocionales, sobrellevando su ansiedad y resolviendo su vida personal, que había dejado de lado debido a su enfoque en su carrera.

Sidney (interpretado por Ayo Edebiri), en particular, muestra un notable crecimiento en comparación con la primera temporada. Ahora, como socia, enfrenta nuevas responsabilidades y el miedo al fracaso, marcado por una experiencia previa que la lastimó profundamente. Mientras explora nuevos sabores y experiencias, también se enfrenta a sus propias heridas emocionales familiares, un proceso que se presenta como un reto complejo a medida que avanza la temporada.

Richie (interpretado por Ebon Moss-Bachrach), un personaje que en la primera temporada destacó por su dureza, confrontación y agresividad. Sin embargo, en esta temporada, vemos a una versión de Richie en busca de un propósito en su vida. A pesar de su personalidad explosiva y fuerte, es un personaje que carga consigo numerosas heridas emocionales, aún enfrentando el duelo por la muerte de su mejor amigo. Richie no quiere seguir por el mismo camino y encuentra motivación en las pequeñas cosas, como su familia. La evolución de su personaje es asombrosa, y la forma en que lucha por su propósito resulta sumamente identificable.

La segunda temporada de «The Bear» es una experiencia que vale la pena. A diferencia de la primera temporada, aunque conserva el estrés, confrontación y explosión emocional, todo se presenta de manera más pausada y compleja. Aquí, se explora la evolución de cada personaje a medida que se enfrentan a la búsqueda de un propósito claro, sanan heridas y luchan contra el miedo al éxito. Desarrollar un propósito en medio de estos desafíos no es tarea fácil, algo con lo que todos podemos identificarnos en algún momento de nuestras vidas.

Si tienes la oportunidad de ver esta serie, desde la primera y ahora esta segunda temporada, te animo a hacerlo. No te decepcionará y, además, te mantendrá en espera de una tercera temporada. No olvides el episodio especial de Navidad con invitados especiales, que marca un punto importante en el desarrollo de los personajes. ¡Anímate a disfrutar de esta serie y buen provecho!

Por: Nadia Martínez

Instagram: @nadiaacat

Twitter: @nadiaacatmtz